Supera tus límites

Parece una contradicción, ya que “límite” indicaría que no se puede o debe superar.

Pero ocurre algo muy curioso. ¿Quién define mis limites? Soy yo el que los define y por tanto soy yo el que los puede cambiar.

Muchas veces doy por supuesto que tengo un límite y organizo mi vida asumiendo que eso es cierto. Por tanto, para superar un límite lo primero que debo hacer es tomar consciencia de que yo mismo he definido un límite.

Lo siguiente que debo hacer para superarlo es revisar la creencia de que yo no puedo hacer o conseguir determinada cosa. ¿En qué me baso? 

Es muy posible que encuentre algún hecho que demuestre que sí podría ser capaz de realizar lo que a priori me parecía imposible.

En este punto la ayuda de un amigo o un coach puede ser de gran utilidad, ya que te ayudará a verlo todo desde otro punto de vista.

Ahora que el límite se ha empezado a debilitar, es el momento de armarte de valor y lanzarte con determinación y constancia en la dirección que antes te parecía imposible. 

Experimenta, aprende del error, sal de tu zona de confort y poco a poco habrás superarás el límite y te sentirás muy bien.

He tenido clientes de más de 40 años que llegaron a mí diciendo que a su edad iba a ser imposible cambiar de forma sustancial su forma de liderar. 

Es cierto que hasta entonces no lo habían conseguido, pero también es cierto que pensaban que no lo podían conseguir y se habían conformado.

Liberarse de esa creencia limitadora les permitió desarrollar nuevas habilidades de liderazgo que hasta entonces nunca habían tenido. 

“Tanto tiempo perdido sin hacer nada al respecto”, me decían con una mezcla de alegría y pena el día que lograron “superarse a si mismos” y disfrutar mucho más liderando a sus equipos.

Y tú, ¿qué límite te gustaría superar? ¿Qué beneficios te aportaría? ¿Cuánto tiempo vas a esperar?